Agricultura en Marruecos
El sector agrícola sufre de profundos problemas estructurales, y es muy sensible a las fluctuaciones climáticas y las presiones de la liberalización del comercio. Este sector representa aproximadamente el 15% del PIB y ocupa a casi la mitad de la población. Lo que es más, el 70% de los pobres viven en las zonas rurales, con la consecuencia de un éxodo rural masivo hacia las ciudades o la de la UE (a menudo de forma ilegales). La reforma del sector no solo es esencial en sí misma sino que es inevitable porque el plazo para la liberalización del comercio agrícola con la UE. Para poder beneficiarse plenamente de la liberalización, Marruecos tendrá que mejorar la eficiencia y la gestión de sus recursos. También la cuestión de las subvenciones del agua para fomentar el cultivo de cereales en zonas desfavorables. Sin embargo, el peligro de la sequía está siempre presente. Especialmente en riesgo están las tierras del cultivo de cereales, que están sujetos a una considerable variación en la precipitación anual. En promedio, la sequía se produce en Marruecos, cada tres años, creando una inestabilidad en la producción agrícola que es la principal limitante en la expansión en el sector.
Según la Organización Mundial de Aduanas, Marruecos suministros del 70% del mercado de hachís a Europa. Aunque las estadísticas varían mucho, la producción de hachís se estima en 2.000 toneladas métricas por año, con un máximo de 100.000 hectáreas dedicadas a la producción de cannabis, con un valor de mercado de 30.000 mil millones de dólares. A mediados del decenio de 1990, debido a unas lluvias récord tras años de sequía, los expertos europeos informaron de que la superficie de cultivo de cannabis aumentó en casi un 10 por ciento (el promedio de hectáreas de cannabis produce desde dos hasta ocho toneladas métricas de vegetales crudos). Las lluvias de finales de 1995 y 1996 fueron una bendición para Marruecos, poniendo fin a una sequía de varios años. Esas mismas lluvias también fueron de gran ayuda para el comercio de drogas. En Tánger, esto significo más empleos en el comercio de la droga para los que no pudueden encontrar otro trabajo. En la década de los 90´s. La superficie cultivada de Kiffi aumentó drásticamente y no solo en las regiones tradicionales, Chefchaoun y Alhucemas sino también a las regiones de Larache, Tanger y Beni Mellal. Debido a las presiones de la U.E y organizaciones internacionales como la ONU o la Interpol, las fuerzas del Estado comenzaron una campaña para erradicar el cultivo en las últimas provincias, Chefchaoun y Alhucemas gozan de un estuto especial.
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